No escribo esta entrada para explicar ni justificar las notas de hoy. Si buscás eso, solo puedo decirte: porque ¿por qué no?
La idea de este texto es cruzar las dos notas publicadas por el Día Internacional de la Mujer: LasDeSistemas, una comunidad que rompe estereotipos y Activismo Feminista Digital: por el real ejercicio de derechos en Internet. Si aun no las leíste, te invito a dedicarles unos minutos.
Naturalmente, los dos artículos dialogan. Intenté, espero que con cierto éxito, retratar el trabajo de dos espacios que tienen como ejes centrales la mujer y la tecnología, un campo superpoblado por hombres.
La aseveración anterior no es solo producto de la observación. Por poner dos ejemplos, los primeros análisis sobre la encuestaIT 2018 de sueldos de Sysarmy (una comunidad argentina de sistemas) arroja que, sobre más de 4700 personas, las mujeres representan el 14,2% de los trabajadores participantes (gracias a LasDeSistemas por el gráfico). La Fundación Sadosky, por su parte, indicó en 2013 (últimos datos disponibles) que las mujeres conforman el 18% del total de estudiantes de informática.
De esto se desprenden múltiples consecuencias. Las dos organizaciones entrevistadas coinciden en que, culturalmente, se ha disociado a la mujer de la tecnología. Como toda construcción, esto puede ser así o de otra forma. Y hacia allá van (vamos): la meta es apropiarnos de los recursos, transformarnos en productoras, lograr una real igualdad en el ejercicio tanto de las profesiones como de los derechos.
Las entrevistas son caras complementarias. Las trabajadoras pelean por su lugar, por no ser subestimadas, por incluir una visión de género en la creación de productos. Las usuarias, por poder construir su identidad digital por sí mismas, sin agregados de terceros; y porque, si esto sucede, tengan un marco legal (con perspectiva de género también) que las ampare y condene a los agresores.
Y todas, trabajadoras y usuarias, luchan por terminar con estereotipos que dictan lo que una mujer tiene que estudiar y hacer, tanto en su vida pública como privada.
Es imposible no ponerse a pensar después de hablar con estas mujeres. Es imposible no querer que esto cambie.
Considero que lograr cambios significativos va a llevar tiempo lamentablemente. Hace unos días en un taller de robótica sobre 40 adolescentes de 16 a 18 años NINGUNA quería seguir una carrera tech.
El trabajo que se viene haciendo desde los distintos sectores (ong’s) es encomiable pero los resultados van a tardar en aparecer al menos es lo que la realidad muestra.
Pero de ninguna forma claudicar..
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Efectivamente, Edgardo. Gracias por tu comentario y por el aporte del caso, que coincide con los números de la Fundación Sadosky, a pesar de que su ultimo relevamiento ya tiene cinco años. Saludos!
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