Uno de los stands más concurridos de la última Ekoparty fue analógico: lo único que había disperso por la mesa eran candados, esposas, cerraduras y ganzúas. Tal suele ser su convocatoria que este año Lockpickar hizo un taller especialmente dedicado a los más pequeños. Estamos hablando, claro, de la práctica de lockpicking.

El lockpicking consiste, como ya te imaginarás, en aprender a abrir cerraduras valiéndonos solo de ganzúas y tensores. Ideal para cuando perdemos la llave del candado de la bici, ¿no? Ahora bien, quizás te preguntes qué tiene esto que ver con una conferencia de seguridad informática. Bueno, Bárbara Lombardo -técnica informática y miembro de Lockpickar– señaló: «Lo que tenemos en común con la Ekoparty es el trabajo sobre las vulnerabilidades. Este año nos centramos en el aspecto físico, por eso los candados, pero en otras oportunidades hemos mostrado sensores biométricos y cómo, al copiar huellas dactilares, los dispositivos las reconocen inmediatamente».

Como te contábamos, para practicarlo necesitás una ganzúa y un tensor: con la primera moveremos el mecanismo para emparejar los pines (esto simula las muescas de la llave) y con el segundo haremos una leve presión, que nos permitirá saber cuándo logramos nuestro cometido. Después, todo es cuestión de práctica.

A pesar de que esté claro, Bárbara aclara que «lo que hacemos no es enseñarle a la gente a abrir un candado para ir a robar sino demostrarles cómo las cosas que nos venden como seguras en realidad no lo son. Si una persona tarda menos de un minuto en abrirlo, es inseguro». Esto último no es una exageración: es perfectamente posible de realizar, tanto por quienes saben como por aquellos que se acercan a probar suerte.

En esta #eko15 no solo le enseñamos a personas sino también a unicornios@ekoparty pic.twitter.com/oc9uD4Ya32

— Lockpickar (@l0ckpickar) September 27, 2019

Lockpickar es un grupo de investigación para el que las vulnerabilidades son una obsesión. «Si vemos alguna en algo físico intentamos explotarla y ver cómo funciona», completó esta joven técnica. Bárbara estuvo a cargo del primer taller para niños sobre la temática. «La verdad es que fue una experiencia genial. Me encanta contarles a los chicos de qué se trata, ver cómo se enganchan y logran abrir los candados y las esposas», completó.