“Este sitio utiliza cookies propias y de terceros para mejorar sus servicios”, rezan numerosas webs cuando las visitamos. Hace ya un tiempo que muchas de ellas fueron obligadas a avisar a los usuarios que están recolectando información. Esto es producto del Reglamento General de Protección de Datos Personales (RGPD) de la Unión Europea, que entró en vigencia en mayo de 2018.
Desde ese momento empezamos a ver por todos lados la palabra cookies. Antes de esto, solo era un término más en el detalle de ítems a borrar cuando limpiábamos el historial de navegación. Ahora bien, ¿qué son estas “galletas”? “Una cookie, aunque su nombre no sea tan intuitivo, es la memoria de los sitios web, que se almacena en nuestro disco rígido”, señaló Alfredo Ortega, especialista e investigador en Seguridad Informática, a OtraWebDeTecno.
“Allí, los sitios guardan cosas: nuestros nombres de usuario y passwords, por ejemplo. Por eso, cuando abrimos una web determinada aparecen sin necesidad de ingresarlos”, continuó. Como vemos, tienen un rol fundamental en el funcionamiento de la web. “Hay muchos sitios que no pueden funcionar sin ellas. Al iniciar sesión en algún lado, la información del log se guarda en una cookie. Sin eso, no podríamos seguir navegando porque la web no sabría si nos logueamos o no. Cuando esta funcionalidad de los navegadores se inventó fue espectacular, porque básicamente permitió el surgimiento de los sitios modernos”, agregó el especialista.
Hasta aquí tenemos el costado positivo de las cookies. Sin embargo, en la actualidad están acusadas de ser las facilitadoras del seguimiento y la falta de privacidad en internet. ¿A qué se debe esto? “El problema es que algunos sitios no borran las cookies cuando cerramos sesión, quedan para siempre y revisan por donde anduvimos. Asimismo, se crearon cookies con otras finalidades”, advirtió Ortega. Es que las empresas de marketing encontraron en las cookies una puerta para recolectar información de sus potenciales clientes y los sitios web, una vía de financiamiento.
“Como las cookies son una memoria, los sitios la consultan para trackear nuestros movimientos en internet. Pero además de la información de inicios de sesión, en el disco rígido se guardan muchas otras cookies que suelen estar encriptadas, así que no sabemos qué son”, detalló el especialista. Esto significa que las webs pueden utilizar una pequeña porción de espacio para sí mismas y el lugar restante se lo venden a empresas de marketing.
En este sentido, existen compañías de trackers que les pagan a los dueños de los sitios para que incluyan en sus cookies otras “extra” que faciliten la obtención de información de los usuarios que por allí pasan. “Cada sitio puede tener hasta 100 cookies de este tipo, así es como ganan plata. Son tantas que hasta pueden hacer a una web lenta. Sin embargo, si las eliminásemos todas, no habría forma de mantener la gratuidad de internet y tendríamos que pagar por cada sitio visitado”, reflexionó. Así es como los sitios web ganan dinero.
¿Qué podemos hacer como usuarios frente a esto? Primero, tenemos que saber que podemos borrar las cookies desde nuestros navegadores (desde la opción “Borrar historial”). Pero también es fundamental elegir un navegador que nos coloque por encima de los intereses de las empresas de marketing.
¿Cómo puedo saber esto? Bueno, ya hablamos al respecto en este artículo, pero brevemente podemos decirte que Chrome no toma ninguna medida para disminuir o mitigar la propagación de las cookies de marketing. Sin embargo, existen otros navegadores que son un poco más cuidadosos: “Firefox, por ejemplo, trata de aislarlas mediante una lista negra de sitios de marketing que ya tienen identificados. Con lo cual, no les permite que se queden para siempre en nuestra PC sino que las elimina en cuanto salimos de ese sitio. De esta forma mantiene nuestra privacidad”, señaló Ortega.
Otra opción para protegernos es utilizar el modo incógnito, aunque no podemos navegar allí para toda la eternidad. “Efectivamente, el modo incógnito nos protege del rastreo, ya que impide a los sitios webs acceder a las cookies. Es como un navegador virtual que no tiene ninguna cookie del navegador real. Sin embargo, no podemos utilizar internet siempre de esta forma porque perdemos mucha funcionalidad. Por ejemplo, tendríamos que iniciar sesión en cada sitio, cada vez”, consideró el experto en seguridad informática.
“Ni Firefox ni cualquiera de las otras opciones convencionales impedirá completamente el seguimiento. Lo que hará es minimizarlo. Facebook, por ejemplo, lo seguirá haciendo porque tiene otros métodos, al igual que otras empresas grandes. Siempre podrán trackearnos porque internet funciona así. Todo es muy lindo y es gratis pero ¿quién paga todo eso? La moneda de cambio son nuestros datos”, concluyó Ortega.
[…] ya que lo que allí se busque no queda guardado en el historial. Además, no utiliza las cookies almacenadas en la computadora o el celular. Lo que no hace es enmascarar al usuario para ocultar su […]
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[…] otra parte, afirman que será más sencillo administrar las cookies. Ahora podremos elegir si los sitios web que visitamos pueden utilizarlas y de qué manera, al […]
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